estudio y experiencia de Un Curso de Milagros

Archivo para marzo, 2021

Salmo 23 y Lección 47 de UCdM

El Salmo 23 de la Biblia es posiblemente el más famoso de todos los Salmos. De gran belleza poética y profundidad de mensaje.

Dios es nuestro Padre, su amor por su Hijo es ilimitado e incondicional. Nos lo ha dado todo, nada nos falta, todo somos y todo lo tenemos, nada nos falta. Completamente libres para experimentar las fantasías del sueño de separación y muerte.

Su Voz y su representante en nuestra mente, el Espíritu Santo, es nuestro pastor en el sueño, en el mundo, en la Tierra. Es la parte de nuestra mente que permanece unida al Padre y a la Verdad. El Señor es mi pastor.

Si se lo permitimos, en nuestra libertad, dentro del sueño y de las ilusiones, nos guía por senderos de paz y de justicia, de camino de vuelta a Casa, de dónde nunca nos hemos ausentado.

Cuando en la quietud de nuestra mente, nos unimos al Espíritu, reposamos en prados de verdes pastos, junto a fuentes de aguas cristalinas, todo es claro y sereno, sabemos a dónde ir, qué hacer, qué decir.

El mundo, desde nuestra percepción errónea, es el valle de las sombras de la muerte que, en nuestra libertad, hemos decidido atravesar y experimentar como el soldado de la película. Pero unidos al Espíritu nada habremos de temer, sabremos que no somos un cuerpo, que la muerte es una ilusión de nuestra mente confundida, que somos el Ser eterno.

Tu vara y tu cayado me dan seguridad, Habitaré en la casa del Señor por toda la eternidad.

LECCIÓN 47 de UN CURSO de MILAGROS – Extractado

DIOS ES LA FORTALEZA EN LA QUE CONFÍO.

  1. Si sólo confías en tus propias fuerzas, tienes todas las razones del mundo para sentirte aprensivo, ansioso y atemorizado. 2¿Qué puedes predecir o controlar? 3¿Qué hay en ti con lo que puedas contar?

2. Por ti mismo no puedes hacer ninguna de esas cosas. 2Creer que puedes es poner tu confianza en algo que no es digno de ella, y justificar el miedo, la ansiedad, la depresión, la ira y el pesar. 3¿Quién puede depositar su fe en la debilidad y sentirse seguro? 4Por otra parte, ¿quién puede depositar su fe en la fortaleza y sentirse débil?

3. Dios es tu seguridad en toda circunstancia. 2Su Voz habla por Él en toda situación y en todos los aspectos de cada situación, dicién­dote exactamente qué es lo que tienes que hacer para invocar Su fortaleza y Su protección. 3En esto no hay excepciones porque en Dios no hay excepciones. 4Y la Voz que habla por Él piensa como Él.

5Dios es la fortaleza en la que confío.

Confiando en ti mismo no es la manera de adquirir confianza. 4Mas la fortaleza de Dios en ti tiene éxito en todo.

6. Reconocer tu propia debilidad es un paso necesario para la corrección de tus errores, pero no es suficiente para darte la con­fianza que necesitas, y a la que tienes derecho. 2Debes adquirir asimismo la conciencia de que confiar en tu verdadera fortaleza está plenamente justificado en relación con todo y en toda cir­cunstancia.

Despréndete de todas las trivialidades que bullen y burbujean en la superficie de tu mente, y sumérgete por debajo de ellas hasta llegar al Reino de los Cielos. 4Hay un lugar en ti donde hay perfecta paz. 5Hay un lugar en ti en el que nada es imposible. 6Hay un lugar en ti donde mora la fortaleza de Dios.

Recuerda que tienes derecho a la paz porque estás depositando tu confianza en la fortaleza de Dios.